18 de marzo de 2014

A todos los que estáis lejos y a los que os encontráis cerca, quiero pediros que hoy recéis especialmente por una intención mía. Hoy, más que nunca, necesito sentir en vosotros la comunión de los santos. Espero que el Señor no nos abandone, y como promete en el Evangelio nos de aquello que de verdad necesitamos. Un abrazo a todos y hasta pronto.