4 de junio de 2013

¡Vamos con los Macabeos!

I MACABEOS:

Son 4 los libros que se conservan con el nombre de “Macabeos,” pero sólo los dos primeros están en relación con el movimiento de rebelión contra el poder selúcida que se produjo en Judea, bajo la guía de los Macabeos; y por eso, estos dos son los que la Iglesia ha incluido en el Canon. El primer libro narra la historia de la primera generación asmonea, es decir, la generación de Matatías; comenzando con la llegada de Antíoco II Epífanes al trono de Siria (175 a.C.), y terminando con la muerte de Simón Macabeo, el último superviviente de los hijos de Matatías (134 a.C.).

La obra discurre de la siguiente manera:

I-                Helenización de Jerusalén (1,1-64): Se intenta helenizar Jerusalén. La religión judía parece destinada a desaparecer.
II-           Rebelión armada de Matatías (2,1-70): Matatías y su familia luchan por su libertad religiosa.
III-       Etapa de Judas Macabeo (3,1-9,22): Luchas externas e internas del hijo de Matatías a la muerte de éste.
IV-          Etapa de Jonatán, sucesor d e Judas (9,23-12,53)
V-              Época de Simón (13,1-16,24): Independencia política de Judea. Con su muerte se concluye la historia en 1 Macabeos.

   El autor de 1 Macabeos se ha servido de varias fuentes, como han sido documentos oficiales que seguramente el autor consultó en los archivos del Templo; así como cartas de los reyes selúcidas y del senado romano dirigidas a Judas, Jonatán y Simón. En su redacción se observa la total adhesión del autor a la dinastía asmonea, que expone lo que piensa que en realidad ha sucedido  -aunque sus informaciones no contengan un total rigor histórico- , orientando sus escritos a mostrar que Dios salvó a los judíos y a su religión a través de las hazañas de los Macabeos.

   El libro se amolda, en parte, a la forma literaria de los antiguos libros históricos de la Biblia, para mostrar como Dios es quién conduce la historia en la época selúcida, lo mismo que lo hizo en las anteriores. En el primer libro de los Macabeos, la ley es el punto central de referencia, ya que no se trata sólo de un elenco de prescripciones religiosas, sino el testimonio de la Alianza irreversible que Dios ha hecho con su pueblo y que éste debe custodiar con fidelidad, como su más valioso tesoro.

   La historia narrada en dicho libro exalta los valores humanos y los sobrenaturales: la fe engendra el heroísmo, y el servicio a la nación se identifica con el servicio a Dios. La mejor garantía de triunfo en la lucha consiste en apoyarse en el Señor; ya que, lo decisivo, no son las fuerzas humanas con las que se cuenta ni la magnitud del ejército, sino la ayuda divina con las armas invencibles de la oración, el ayuno y la lectura de la Palabra de Dios. La conducta del hombre es juzgada y valorada por su adhesión a la ley; adhesión que viene a identificarse con el apoyo al partido de los Macabeos. Éstos aparecen como ejemplo de hombres celosos de la ley y del Templo, misericordiosos con los pobres y generosos en poner sus bienes y su vida a disposición de la causa del judaísmo; aunque las crueles acciones de venganza que observaremos a lo largo del libro, por parte de los Macabeos, se han de comprender en aquel ambiente como expresión de celo y protección de la ley judía.

   A la luz del Nuevo Testamento se clarifica el libro de 1 Macabeos, ya que  aunque encontremos reflejados los valores espirituales que configuran su historia, Jesucristo los asumió y transformó interpretando la ley a través del amor, que dejaba atrás la ley del Talión y que rigió muchos actos bélicos de los Macabeos. También aclaró que su celo por el Templo era grande, pero no absoluto, ya que el verdadero culto a Dios no depende del Templo en sí, sino de la adoración al Padre en Espíritu y en Verdad; ya que el verdadero Templo es la humanidad santísima de Jesús  -como enseña san Juan en su Evangelio-.  Cristo ilumina y deja ver, más que nunca, el contraste entre el Antiguo y el Nuevo pueblo de Dios, entre fidelidad a la ley a través de la rebelión política armada, y la invitación cristiana a una resistencia moral y espiritual ante las persecuciones.


2 MACABEOS: Este libro no es una continuación del primero, sino que narra, de modo diverso y con más detalle, lo sucesivo en el tiempo en que se desarrolla la actividad de Judas Macabeo. La narración histórica comienza con Seléuco IV Epífanes y termina con la victoria de Judas Macabeo Nicanor, ocurrida en el 161 a. C.

La exposición se desarrolla de la siguiente forma:

I-                Introducción (1,1-2,32) El autor del libro hace una exposición del propósito de su obra.
II-           Profanación y purificación en el Templo (3,1-10,8) se relata el martirio de Eleazar y de una madre con 7 hijos cuya fidelidad mueve a Dios en su misericordia.
III-       Seguridad y paz para los judíos (10,9-15,39) Victoria de Judas Macabeo en diferentes luchas.

   El autor del libro nos dice que ha resumido una historia escrita por Jasón de Cirene, de la que no tenemos constancia. El libro está compuesto para conmover y persuadir, a través de una literatura helenística que recibía el nombre de “historia patética”, así como resaltar el sentido y el alcance religioso de los acontecimientos unidos a los sentimientos de los personajes; pero descuidando las precisiones propias de un historiador meticuloso. A pesar de ello, la base histórica del libro es firme como se puede comprobar confrontándolo con 1 Macabeos, o con Flavio Josefo y la documentación seleúcida; aunque altera el orden de los acontecimientos para resaltar su propósito.

   El segundo libro de los Macabeos tiene un contenido religioso más explícito que el primero, ya que la ley no se mezcla con miras políticas, y el centro de atención es el Templo de Jerusalén. Judas ya no lucha por la tierra, sino por el advenimiento del Reino de los Santos, destacando la significación del martirio: la vida humana tiene un valor altísimo, pero no absoluto. Hay realidades que tienen más valor que la vida  -la fidelidad a Dios, el ejemplo de una conducta de insobornable rectitud moral, etc.-  y por lo tanto, es preferible perder la vida que renunciar a esos ideales; expresando, con claridad, que el sufrimiento de los mártires tiene un valor salvador para el pueblo, pues mueve a Dios a intervenir en su favor. Esta verdad culmina en Jesucristo, que con su aceptación de la muerte y obediencia al Padre, redime al hombre del pecado y nos hace merecedores de la salvación. 

   En este libro se enseña que más allá de la muerte hay una vida eterna para los justos, pues Dios los resucitará. También se percibe la comunión de los santos, donde los vivos pueden ofrecer oraciones y sacrificios de expiación en beneficio de los difuntos. Por su fe en la resurrección, como en la creencia que manifiesta en el libro sobre los ángeles, podemos pensar que el autor estaba cerca de la religiosidad de los fariseos.

   A la luz del Nuevo Testamento, podemos ver que 2 Macabeos  representa un paso importante en el proceso de la Revelación dentro del Antiguo Testamento, acercándose a las enseñanzas que aparecerán en el Nuevo. De esta manera, el poder de Dios para resucitar a los muertos y la fe en la resurrección, se confirmarán con la Resurrección de Jesucristo y  la esperanza de los primeros cristianos. La verdad sobre el valor del martirio se da en Cristo, que lo sublima con su aceptación de la muerte y su obediencia al Padre, redimiendo a los hombres. Además, los casos de fidelidad a la Ley de Dios hasta la muerte, encontrarán su sentido en las exigencias de Jesús: “No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma” o “De que sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma”.