2 de diciembre de 2012

Dios nos conoce

 

  Quiero responder a esta hermana nuestra que, preocupada, me ha escrito para consultar si su angustia es una manifestación de su falta de fe.

  Querida, lo primero que debes conocer es que todos nosotros mantenemos una lucha constante entre lo que debemos ser y lo que somos. Esa es la vida del cristiano coherente: un caer y un levantarse; pero reconociendo que para lograrlo es necesario apoyarnos en la persona de Cristo. ¿ Y cómo se consigue esto? buscando el auxilio de los sacramentos, que nos transmiten la fuerza de la vida divina, y recurriendo a una oración constante de desagravio, amor, petición y búsqueda. 


  Oración que tiene que venir precedida del convencimiento de que somos muy poca cosa: naturalezas heridas por el pecado e incapaces por nosotros mismos de recurrir a Dios; pero a la vez con una dignidad tan grande, que el propio Dios por amor nuestro asumió nuestra naturaleza, y en ella con su dolor, muerte y resurrección nos ha hecho hijos de Dios en Cristo y capaces, por ello, de responder a su llamada. 


  El Señor nos conoce, sabe nuestras debilidades, nos ha llamado por nuestro nombre, nos busca en la alegría y en la tribulación, donde prueba nuestra fe, paciencia y constancia. Y sabe que el diablo nos tentará con la duda...No te preocupes, no te agobies, sólo repite en el silencio de tu alma: Jesús, yo confío en Tí. 

  Y no olvides que somos una comunidad de bautizados en Cristo igual que lo era la primitiva de Jerusalén, Filipo, Corinto... Y sacaban sus fuerzas de la oración de todos los hermanos. Por eso, desde esta pequeña comunidad que ahora formamos en la web quiero decirte, que rezaremos por tí; que no estás sola ¡nunca lo has estado!

  Besos y hasta pronto.